En “Al borde del abismo” (Ed. Kairós), la antropóloga Joan Halifax, fundadora del Upaya Zen Center, centro de estudios budistas y de acción social situado en Santa Fe, Nuevo México (EE.UU.), y autora también de “Estar con los que mueren”, identifica cinco experiencias psicológicas que denomina “estados límite”: el altruismo, la empatía, la integridad, el respeto y el compromiso. Según Halifax, que ha colaborado con neurocientíficos, médicos y psicólogos para comprender cómo la práctica contemplativa puede ser vehículo para la transoformación social, al encontrarnos en alguno de esos estados podemos abrirnos a todo el potencial humano y descubrir quiénes somos en realidad.
Un fragmento de este recomendable libro expresa:
“Cuando estamos al límite de perder este equilibrio, podemos repetir las palabras de sabiduría que nos recuerdan que está bien que nos preocupemos por los demás, pero no somos ellos. Cuando estoy en presencia del sufrimiento de otros, con frecuencia utilizo las palabras siguientes como un apoyo:
Que pueda ofrecer mi cuidado y mi presencia incondicionalmente, sabiendo que pueden ser recibidos con gratitud, con indiferencia, con ira o con angustia.
Que pueda ofrecer amor, sabiendo que no puedo controlar el curso de la vida, del sufrimiento o de la muerte.
Que pueda encontrar los recursos internos para ser verdaderamente capaz de dar.
Que pueda estar en paz y soltar las expectativas.
Que pueda aceptar las cosas tal y como son.
Que pueda conservar mis límites con compasión, como observo el sufrimiento de los demás.
“Estas frases, que aprendí de la maestra budista Sharon Salzbert, nos pueden ayudar a enderezarnos a nosotros mismos cuando estamos a punto de despeñarnos hacia la angustia empática”.
