Sobre “La hierba azul de Calíope”

Inculcando valores para la trascendencia

Emi Zanón
Escritora y comunicadora

“Nuestra propia vida es el instrumento con el cual experimentamos la verdad”.
Thich Nhat Hanh

A mis queridos lectores de TÚ MISMO: creo que no hace falta mi presentación, pues ya son varios años los que tengo el privilegio de compartir con vosotros en este maravilloso espacio mis artículos mensuales, no obstante, para los que se acercan por primera vez, os diré que llevó más de una década dedicada a la creación literaria y comunicación.

Empecé a escribir en la madurez más que por el gozo o el disfrute de escribir, la inspiración, la creatividad que pueda haber en mí, por un deseo profundo de transmitir y compartir todo lo que llevo dentro: mis valores, mis principios, mi amor a la vida y a la naturaleza y el cosmos…

En definitiva, mi visión del mundo, que pasa por darle a la vida un sentido trascendental, por no quedarse en la visión superficial de lo tangible.

El resultado de esta aventura ha sido hasta el momento seis libros publicados (novelas, relatos cortos, microrrelatos, aforismos y poesía), una comedia, artículos mensuales publicados en diferentes medios de comunicación, charlas, conferencias, colaboraciones en radio, etcétera. (Más detalles en emizanonsimon.blogspot.com.es y emizanonsimon.blogspot.com.es/p/sobre-mi).

Cuando esto escribo han pasado unos días desde la presentación, en la Biblioteca de Buñol y en la FNAC de Valencia, de mi nuevo libro “La hierba azul de Calíope”, una novela juvenil y familiar que escribí hace diez años a petición de mi hija, que por entonces cursaba 4º de la ESO.

- Anuncio -

Desde el primer momento, la concebí como una novela de trabajo en institutos. Quizá porque en aquel entonces, “La aventura de Said”, para echar abajo los prejuicios racistas; “Soledades de Ana”, sobre quién es responsable de un embarazo; “Rebeldes”… eran, entre otras, las lecturas educativas obligadas durante los trimestres de la ESO.

Consciente de la responsabilidad educativa tan enorme que tiene el género juvenil, pues es una herramienta muy poderosa para inculcar valores, respeto y tolerancia, primordialmente, me aventuré con una historia de amor contemporánea, realista con un toque mágico, en la que no falta, por supuesto, el valor de la trascendentalidad. En nuestra sociedad tan tecnocrática, que nos ofrece medios para el bienestar y nos aleja de supersticiones y dogmas, estamos olvidando y dando como fruto formas de vida hedonistas y subjetivas que desembocan en el nihilismo profetizado por Nietzche.

Crecer, por lo tanto, no sólo en tecnología sino en profundidad de la vida. Crecer en la expansión de la consciencia, haciéndonos sabedores de que somos mucho más que materia, sería la esencia, o el mensaje, de esta novela de rabiosa actualidad en cuanto a que trata, por un lado, la realidad de muchos jóvenes educados en la filosofía del consumo “usar y tirar”. La sociedad de hoy es mucho más compleja y los adolescentes son, como siempre lo han sido, rebeldes, pero ahora crecen en una cultura del bienestar en la que, además de tener fácilmente todo lo que quieren, existe una diversidad de ideas y los valores tradicionales de respeto a los padres, docentes y, en general, a todos sus congéneres se han perdido en gran medida, originando una carencia de referentes fijos necesarios para que crezcan como personas responsables, solidarias y amorosas.

Y, por otro lado, intenta dar una visión más trascendente de la vida por cuanto añade valores importantes en estos tiempos de drásticos cambios, tales como la confianza entre padres e hijos, sexualidad bien entendida –no genitalidad-, positivismo como fuente de bienestar, apertura de conciencia hacia otros campos del saber y otras realidades: física cuántica, filosofía, poder mental, espiritualidad, etcétera.

La novela es fácil de leer, con capítulos cortos y mucho diálogo, como requiere una novela juvenil. En cuanto al sugerente título, es una metáfora en torno a la cual gira toda la historia. Por lo tanto, no puedo desvelaros nada.

Creo que es nuestro compromiso, el de las personas que hacemos uso de la escritura como vía de expresión y comunicación, crear una literatura que contribuya a mejorar la condición humana. Espero haber cumplido con esta historia, aunque sea con un leve soplo, a ello.

Por último, decir que esta novela la empecé por Laura y la terminé para todos vosotros. Espero que la leáis y la disfrutéis. Gracias infinitas.

¡Un abrazo de Luz!

emizanonsimon.blogspot.com.es



Lo más destacado

Stanislav Kondratiev
de Unsplash