La felicidad

Es única y personal, la generas tú mismo

Emi Zanón.
Escritora y comunicadora

“La felicidad no es una quimera; es un estado de ser, una opción más de nuestro libre albedrío”.
De “Dayal, Miradas al Interior”, libro de microrrelatos de Emi Zanón.

“La deseé tantas veces. Soñé con ella cada una de mis noches. La imaginaba hermosa, bella, placentera. Con ella, seguramente lo tendría todo. Tenía que conseguirla. Y por ello, con inusitado valor, comencé su búsqueda por doquier. Fue una búsqueda ardua e incesante. Había momentos en que la percibía cerca; me entusiasmaba. Casi podía ver su imagen tremolando al viento, y otras, hasta oler su perfume embriagador. Pero entonces, algo sucedía imprevisiblemente y me volvía a alejar de ella. Llegué a sentirla una quimera. Ello no hizo sino acrecentar mi deseo de tenerla. Y casi se me va la vida entera en su intento de no haber leído unas sencillas palabras en un libro pequeño, menudo, discreto, casi olvidado y aplastado por grandes volúmenes de los mayores éxitos de ventas, en las repletas estanterías de una librería centenaria: La felicidad es simplemente una elección; no malgastes tu vida buscándola”. (XLI . Deseada)

Desde la antigua Grecia los filósofos han intentado definir la felicidad y cada uno la ha  definido de una manera diferente, pues aunque todos queremos ser felices –es algo implícito en el ser humano– cuando intentamos marcar un camino para ello entonces surgen las discrepancias y es que, como digo en mi microrrelato “Deseada”,  la felicidad es una elección, un estado de ser. Un estado de ánimo positivo totalmente subjetivo y como tal depende únicamente de uno mismo. Autorrealizarse, ser autosuficiente, experimentar placer intelectual y físico, evitar el sufrimiento y un largo etcétera serían algunas de las posturas o caminos defendidos a lo largo de la historia por grandes mentes como Aristóteles, Platón, Epicuro…

Lo cierto es que para alcanzar ese estado de ser, para ser capaces de elegir ser felices a pesar de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, es necesario conseguir equilibrio. Equilibrio entre la razón y la intuición, como dice el científico portugués Antonio Damasio, neurobiólogo, Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica 2005 (autor de títulos destacados, como “El error de Descartes: emoción, razón y cerebro humano”, nominado para Los Angeles Times Book Award, y “El sentimiento de lo que ocurre: cuerpo y emoción en la construcción de la consciencia”, considerado como uno de los diez mejores libros en 2001 por The New York Times Book Review).

Para conseguir el equilibrio personal y la armonía es necesaria la unión de nuestros dos hemisferios, abordar la vida desde ahí. Nuestro consciente puede fomentar los factores que contribuyan a estimular nuestro sistema límbico, a desarrollar nuestra capacidad de atención y la adaptación a los cambios, conduciéndonos hacia el interior, hacia la conexión con el Ser.

En nuestro tiempo, en nuestra sociedad de consumo en la que nos hemos proyectado tanto hacia el exterior, la felicidad se ha convertido en un negocio. El ocio desmedido, el excesivo culto al cuerpo, la obtención de cosas materiales innecesarias son, entre otras cosas, trampas en el camino para desviarnos de la auténtica felicidad que surge del interior. La felicidad no se compra, no se vende, es única y personal y la generas tú mismo, con tu alegría, tu humor, tu creatividad, tu amor…

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En definitiva, con tu autoconocimiento pues la mejor manera de llegar a estas claves maravillosas es empezar a conocerte y a coger las riendas de tu vida, a responsabilizarte de tus actos, de tus pensamientos, de tu salud, a perdonarte y a perdonar, y a liberar cadenas para vivir libre, vivir sin miedo, vivir plena y felizmente a pesar de todo, pues recuerda que en términos de evolución todo es perfecto en tu vida, y tienes el libre albedrío y el poder de elegir cómo quieres vivir.

emizanonsimon.blogspot.com.es



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