Martín Ribes.
Formador en Chamanismo Práctico Contemporáneo®
Sí. Mi sueño es que haya un chamán en cada casa. Y ya puestos, un chamán en cada organismo. ¿Y por qué no? ¿Acaso no sucedía así en los tiempos de Ávalon? Arturo contaba con el asesoramiento del mago Merlín ante cualquier cuestión de trascendencia referente a su reinado y al pueblo que gobernaba. Imagínate si cada dirigente de estado, autonomía o comunidad tuviera a su lado un consejero sabio, un mago o un chamán al que acudir para pedir asesoramiento y claridad en la toma de decisiones. Probablemente cambiarían las circunstancias actuales, ¿no te parece?
El mago o chamán podría facilitar al gobernante un viaje visionario en el que sus propios guías internos le informaran de cuál es la mejor decisión a tomar para el beneficio de todos: el de su nación o comunidad que administra y el suyo propio. Porque, aunque no lo creamos, esa posibilidad existe. Existe la fórmula Ganar – Ganar – Ganamos Todos, y está allí, en ese espacio de infinitas y desconocidas posibilidades que la ciencia llama campo cuántico y que los chamanes llamaron siempre Mundo Invisible.
Puede que apunte alto, sí, pero como me dijo Ben, mi amigo neozelandés afincado en Bali, “si apuntas a la Luna llegarás más alto que si apuntas al horizonte”. Yo pienso insistir en visitar el Mundo Invisible donde esa realidad existe para que se haga carne, para que se materialice.
Cuando en un viaje chamánico preguntamos a nuestros guías cuál es la mejor decisión a tomar lo que nos van a revelar no es un capricho del universo, sino que la evolución de nuestro desarrollo personal y espiritual avanzará con mayor prontitud y fluidez si lo atendemos y ponemos toda nuestra energía y enfoque en ir a por ello. Si lo hacemos, iremos a favor de la vida, iremos a favor del todo y podremos contribuir de una forma más positiva en el mundo que habitamos.
Y aunque sepamos que llevar a cabo lo que nos han mostrado que debemos hacer no implica recorrer un camino fácil, hay que lanzarse a por ello. No nos olvidemos que contamos con fuerzas de compasión que habitan en el Mundo Invisible, como los Animales de Poder o Espíritus Guía, que nos van a apoyar, que nos proporcionarán toda la fuerza y determinación que necesitamos para lograrlo. Sólo tenemos que pedírselo pues están esperando con los brazos abiertos que trabajemos con ellos. Para eso están.
En la época en la que estuve residiendo en Irlanda pasé mis dos últimos años viviendo en una yurta que yo mismo construí. Una yurta, o ger, como lo llaman en Mongolia, es una vivienda parecida a un tipi indio hecha de postes de madera y lona. En esa fase de mi vida pude explorar y estudiar en profundidad la naturaleza del Mundo Invisible con el viaje chamánico, hasta que en cierto momento me anunciaron que tenía que enseñar lo aprendido en el mundo urbano pues es donde más se necesitaban estas enseñanzas. Debía tomar una decisión. En esos momentos estaba disfrutando mucho de mi existencia y volver a España a enseñar algo tan abstracto como el chamanismo, además de tener que hablar en público y exponerme al mundo, no era algo por lo que suspirara. Ser un chamán en Sagunto, mi tierra natal, no iba a ser fácil. Pero sabía que tenía que hacerlo. Sentía que mi crecimiento iba por ahí.
Así que, como siempre hago caso y atiendo lo que me proponen mis guías, les pedí que si ese era mi camino a transitar, me aportaran todos los recursos, toda la fuerza y toda la fe necesaria para poder recorrerlo. Y así lo hicieron. Y así lo siguen haciendo.
Al poco tiempo, tras realizar algún trabajo con mis ancestros de limpieza de sangre, como dicen los indios nativos americanos, mi camino se cruzó con el de mi querida mujer, Ana Pérez, como clara señal de que era el momento de volver a casa. Y así lo hice. Volví a casa para enseñar a mi comunidad urbana, y no urbana, cómo pueden despertar a su chamán interior para que consigan autonomía espiritual, para que tomen decisiones acertadas y fluyan con la vida, para que descubran y desarrollen su propio poder personal, para que utilicen los recursos de la espiritualidad para resolver los problemas prácticos de la vida y conseguir que habite un chamán en cada casa.
Como dije, apunto alto. Pero soñar no cuesta nada. Y materializar sus sueños es lo que hace el chamán. Despierta… ¡Ahó!
El 26 de noviembre Martín Ribes y Ana Pérez facilitarán en el Instituto Aware de Valencia el taller “Despierta tu chamán interior”. Cinco horas en las que se enseñan técnicas muy prácticas para activar tus habilidades espirituales, acertar en tus decisiones y ayudar a los demás.
Más información en epopteia.es, 615 856 360, info@epopteia.es
