El profesor y escritor Omid Safi, profesor estadounidense de estudios
asiáticos y de Oriente Medio en la Universidad de Duke (EE.UU.),
escribió mucho antes de que la Tierra se paralizara por un virus:
“Vivimos en una cultura que celebra la actividad. Dejamos que nuestro sentido de quiénes somos se confunda con lo que hacemos para ganarnos la vida. El espectáculo público de estar ocupados es nuestra forma de
demostrarnos unos a otros que somos importantes. Cuanto más cansados,
agotados, desbordados nos vea la gente, más pensarán que debemos ser de
algún modo imprescindibles. Que contamos”.
Sería lamentable que esa “celebración del ajetreo”, de confundir
quiénes somos con lo que hacemos trabajando, continuara cuando
regresemos a la normalidad. En una época que invita a la introversión
(por si alguien se hubiera despistado) habría que establecer, cada uno,
individualmente, esa necesaria diferencia. Somos (y punto). Y lo que
hacemos… lo que hacemos es otra cuestión. Que la agitación no nos
engañe. Si bien es útil en su momento, somos, y punto (final).